
El jugar con plastilina no tiene una edad concreta, pero usualmente lo hacen los más pequeños. Se estima que hasta los 12 años está el potencial de juego con la plastilina, pero aquí nos vamos a centrar en los más pequeños.
Jugar con plastilina es muy recomendado por pediatras, ya que entienden que es una forma divertida, sencilla y económica de desarrollar muchas facetas importantes en el crecimiento de los niños.
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Pero lo mejor es que veamos qué beneficios en concreto tiene jugar con plastilina.
Los 10 beneficios de jugar con plastilina para los niños.
1- Fomentan la creatividad de nuestros pequeños.

Jugar a hacer construcciones, a crear nuevos artilugios que sólo ellos comprenden, a recrear pelotas de fútbol, a hacer los personajes de dibujos que más les gustan… todo eso es un proceso que fomenta enormemente la creatividad de los niños, ya que tienen que formarse en su mente la figura que quieren desarrollar y luego plasmarla con plastilina. Es un ejercicio ideal para su creatividad.
2- Fomenta el trabajo en equipo.

En el caso de jugar nosotros con nuestros hijos, o incluso cuando juegan con sus hermanos, primos o amigos… saben que tienen que colaborar para hacer esa figura que ambos quieren construir. Estarán aprendiendo a compartir y a trabajar en equipo para obtener los mejores resultados, ideal para que vayan desarrollando su faceta social.
3- Potenciar la autonomía.

Cuando el pequeño decide que va a construir, el color que quiere ponerle, de que tamaño lo va a hacer… todo eso es fomento de la autonomía del niño, pues está tomando decisiones por sí mismo una y otra vez mientras se divierte con la plastilina.
4- También ayuda a aprender a contar y a tomar concepto de las proporciones.

Al ver diferentes tamaños, al tener que unir unas partes con otras, todo eso hace que el niño vaya adquiriendo algo tan básico como son los conceptos de cantidad y proporción.
Muy importante sobretodo entre los 2 – 3 años, es recomendado por muchos pediatras.
5- Motricidad fina.

Se utiliza frecuentemente la técnica de la plastilina para ir trabajando la motricidad fina de las manitas de nuestros niños.
Algunos ejercicios destacados para el desarrollo de ésta motricidad suele ser el hacer bolitas o hilos de plastilina. También es muy recomendado en edades más tempranas.
Ésto ayudará de una manera significativa a que nuestro niño coja fuerza en sus manitas para luego poder coger el lápiz con firmeza.
6- Desarrolla los sentidos.

Desarrolla tanto el olfato (la mayoría de las plastilinas suelen tener un olor muy agradable, si bien no todas.), el tacto, al cambiar las texturas cuando le imprimen presión a la plastilina, y a la vista, al formar e identificar todas las formas que están construyendo.
7- Ayudan con la concentración y relajación.

Está demostrado que una técnica de concentración y de relajación es la manipulación de la plastilina.
Suele utilizarse para terapias de estrés y también para niños que tienen dificultad para la concentración, ya que dedican toda su atención en una actividad concreta, ayudando a que se concentren y puedan educar ésta cualidad.
8- Refuerza su autoestima.
Cuando el niño termina de hacer una figura o una construcción y ve que le ha quedado bonita y como él quería se siente bien, crece su autoestima, aunque para ello lo ideal es que se la refuerces tú diciéndole lo bonita que le ha quedado la figura y dándole la enhorabuena.
Ya sabéis, la educación social y emocional de nuestros hijos es un trabajo en equipo y constante.
9- Ayuda a diferenciar los colores.

Para niños muy pequeños es una herramienta ideal para que vayan identificando los colores, ya que por regla general, los bloques de plastilina se venden con colores muy variados y a la hora de mezclarlos surgen nuevos colores.
Todo ésto abrirá un nuevo mundo para tus pequeños, en el que no sólo identificarán los colores, si no que también podrán descubrir y crear nuevos.
10- Ayudan a aumentar el lenguaje.

Al describir lo que están construyendo, al explicarnos la función que tiene lo que acaban de hacer, al decirnos lo que quieren hacer… todo eso aumenta el lenguaje de los niños, así que no lo dudéis y escucharlos cuando os expliquen las cosas que están haciendo con la plastilina.
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